lunes, 9 de abril de 2018

BLOQUE 2: REGULACIÓN EMOCIONAL

2.1. Análisis de conducta y Programa de actuación.


En esta actividad se realiza el análisis de una conducta disruptiva de un alumno TEA "hipotético" para conocer las causas de la misma y poder realizar un plan de acción.

Antes de centrarse en los dos puntos de esta actividad, voy a realizar una breve descripción del alumno: tiene 9 años, está escolarizado en EBO1, carece de lenguaje oral y para comunicarse utiliza fotos, pictogramas y se está iniciando en el uso de algunos gestos.

1) En primer lugar, se lleva a cabo la recogida de información sobre el desarrollo de dicha conducta, lo que se anota en el siguiente registro de la conducta.


REGISTRO DE LA CONDUCTA: Gritar cuando no quiere realizar una actividad.


Historial de la conducta

Dicha conducta se lleva manifestando durante dos cursos aproximadamente. El alumno la manifiesta cuando se le plantea realizar alguna actividad y no quiere. No ocurre siempre ni ante las mismas actividades, lo que se presupone que hay momentos en que puede no apetecerle realizar la actividad que se le propone y lo manifiesta así.


Antecedentes

Esta conducta se manifiesta con los docentes que le imparten clase, principalmente PT y AL en sus aulas, tanto si hay más alumnos como si está él solo. Si se encuentra irritable porque esté enfermo o se le saque de su rutina la conducta puede darse con más frecuencia e intensidad.

Topografía

La forma física que adquiere la conducta es gritar y a veces puede ir acompañada de llanto.


Función

Se presupone que la motivación con la que el alumno realiza esta conducta es para evitar realizar la actividad que se le propone si él no quiere.



Consecuencia


El alumno se altera mucho lo que también afecta a sus compañeros y a los docentes.

Se le regaña.

Se pierde mucho tiempo intentando calmarle.

No se pueden realizar actividades programadas de acuerdo a su plan de trabajo lo que repercute en su progreso.



2) La principal hipótesis de la conducta sería la función comunicativa. Puede ser que el alumno no sepa comunicar de otra manera apropiada que no quiere realizar una actividad.

3) Después del análisis conductual y de conocer la hipótesis de la conducta es el momento de llevar a cabo un plan de acción para reconducir esa conducta y convertirla en positiva con nuestra intervención lo que se recoge en el siguiente programa de actuación.

El Programa de actuación sobre la conducta que se propone se basa en el Apoyo Conductual Positivo que tiene como principales premisas anticiparse a la conducta detectando las dificultades que pueden darse en el entorno del alumno y dotarle de facilitadores de la comunicación y de la conducta.
El enfoque que se plantea seguir en este caso es el enfoque proactivo, de manera que se pueda mejorar el comportamiento del alumno a través de experiencias positivas, para ello debemos estar alerta y anticiparnos a su conducta para en ese momento poder plantearle una alternativa adecuada a la misma y que la sustituya.
La habilidad a enseñar al alumno sería que aprenda a comunicar que no quiere realizar la actividad pero de una manera alternativa sin realizar la conducta de gritar, por ejemplo señalando un pictograma que indique “no”, haciendo un gesto con la cabeza, o señalando en pictogramas la actividad que prefiere realizar.

Para reducir las conductas disruptivas se utilizan los facilitadores de la conducta como ayuda, entre ellos tenemos el moldeamiento y los SAAC que son los que vamos a utilizar en este caso.
El moldeamiento le ayudará a entender las consignas y que se espera de él, será útil dirigirle la mano para que interiorice los movimientos que debe realizar para emitir la conducta adecuada para que los interiorice.
El uso de SAAC, al carecer de lenguaje oral, será la alternativa que necesitamos que aprenda a utilizar el alumno de una manera funcional para comunicarse ante diferentes situaciones. En este caso se utilizará el pictograma de que indique “no” y se acompañara del mismo gesto con la cabeza.
Con ambas estrategias, queremos lograr el desarrollo de una conducta positiva que sustituya a su conducta disruptiva.

Un ejemplo de situación de aprendizaje en la que se intentaría enseñar la conducta positiva empleando los facilitadores comentados sería:

Antes de presentarle una actividad nueva hay que anticipársela siempre con pictogramas e intentar preveer por su expresión facial y corporal si se va desencadenar la conducta disruptiva de gritar, en ese caso hay que intentar detenerla moldeando su mano para señalar el pictograma de “no” y realizar el mismo gesto con la cabeza a la vez que se da la vuelta a la tarjeta o pictograma que anticipaba la actividad a realizar para que asocie que "NO" tiene que ver con no realizar esa actividad. Y ofrecerle un reforzador que le guste, por ejemplo un juguete, una pegatina, etc.
Esta secuencia será necesario repetirla muchas veces hasta que la comprenda y la utilice.
Así mismo será útil realizar un registro de la modificación de la conducta recogiendo aspectos como: docentes implicados, acciones realizadas, temporalización, mejorías observadas, cambios a realizar, reforzadores, etc. 

Debe haber una buena coordinación entre todos los profesionales que trabajan con el alumno para seguir unas directrices de actuación comunes, así como con la familia.




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